Una lider biotecnológica argentina les vende 50 millones de dosis y lidera en el mercado. La aplicación es compleja. Chile cuenta con un stock de 250 millones de salmones.
Tal vez porque su padre José La Torre era uno de los pioneros en biotecnología, a Diego le tocó una infancia entre tubos de ensayo. José fue, quizás, uno de los científicos más prestigiosos en aquel Conicet recién nacido a instancias del Nobel, Bernardo Houssay.
Pero Diego intentó escaparle al laboratorio como destino. Estudió administración y trabajó en el EximBank de EE.UU. En un momento reparó que las multinacionales estaban abandonando los tratamientos de algunas enfermedades del rodeo vacuno. Se unió a los hermanos Nicolás y Matías Grosman y se pusieron a trabajar sin pausa en el mismo terreno del padre científico.
En 2003 nació Tecnovax cuyo gran hito fue haber elaborado la primera vacuna del mundo contra la hidatidosis, la principal zoonosis del país. La produce un parásito que transmiten perros y bovinos a través de su materia fecal. La vacuna fue desarrollada por ingeniería genética.
También elaboran vacunas para la prevención de abortos, fallas reproductivas y enfermedades respiratorias en los vacunos.
Llegaron a China con su marca Providean. Afirman que la demanda del gigante asiático es creciente para atender un stock ganadero de 108 millones de bovinos, el tercero en tamaño a nivel mundial.
En cuanto a las mascotas apuntaron a las vacunas que atacan el moquillo, hepatitis y leptospirosis, entre otras.
Por cierto, la versatilidad parece ser una norma de esta empresa que se define como fábrica de productos biológicos. Y pusieron proa hacia el salmón chileno. Dicen que no fue fácil seducir a ese mercado. Pero pasaron todas las pruebas.
“Los peces convierten el 90% de lo que ingieren en carne. Tienen sangre fría que no disipa la energía. Y de esa manera superan en eficiencia al resto del reino animal”, argumenta La Torre, 47 años, al explicar el interés en esta producción. En Chile hay 250 millones de salomones que deben vacunarse de a uno con una técnica que consiste en anestesiarlos primero y luego aplicar la dosis con extrema delicadeza para no dañar órganos ni tejidos.
Tecnovax elabora la vacuna contra la anemia infecciosa y les vende unas 50 millones de dosis. Lideran con el 12% de participación. También los inmunizan para reducir la carga parasitaria.
Facturan US$ 25 millones al año, exportan a más de 20 países y planean instalarse en Nueva Zelanda para abastecer a Asia. Una clave, afirman, es la reinversión y destinar el 5% de los ingresos en investigación y desarrollo.
En la planta de Flores en plena Ciudad cuentan con 80 personas, entre ellos 20 científicos. Pero ya les quedó chica. Un conjunto de bancos ( HSBC, Santander, Galicia y Nación) les extendió préstamos a tasa subsidiada para una extensión de 2.000 metros cuadrados en la bonaerense Mercedes, que les regaló el terreno.
Con gran parte de los equipos made in Argentina y otros que importan desde Italia y China, la construcción les insumió US$ 20 millones.
Se inaugura en diciembre. Producirá 5 dosis por segundo, en lo que definen como un gigantesco salto en productividad.
Fuente: Silvia Naishtat - Clarin.com