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Interés general

Monitoreo de precisión en el tambo: un sistema de alto impacto en la actividad

Tan solo hace unos años Oppenheimer y otros escritores anunciaban los cambios por venir.
Haciendo un ensayo de futurologia, pero mas rápidamente que lo pronosticado esos cambios ya están entre nosotros.

Algunos como nuevas tecnologías y otros como resultado de la aceleración de lo que ya se estaba perfilando.


 

El monitoreo de precisión en el tambo (MPT), es el uso de tecnologías para medir los indicadores fisiológicos, de comportamiento y productivos en animales individuales para mejorar el manejo y la performance del tambo. Los objetivos del MPT son maximizar el potencial individual del animal, detección precoz de enfermedades y eficientizar el cuidado preventivo en lugar del tratamiento médico.

Las tecnologías de MPT ayudan a lograr una producción sustentable, ecológica y económicamente rentable con una leche segura, como así también con un alto grado de protección para el consumidor y el animal.

Las primeras evaluaciones de MPT se basaron en la detección de celo. Las tecnologías de MPT tienen además el potencial de detectar enfermedades tempranamente, maximizando el potencial individual del animal. La detección convencional de enfermedades se basa en la observación de los signos clínicos. Sin embargo, cuando ellos aparecen, muchas veces es demasiado tarde para actuar efectivamente.

Los signos clínicos son a menudo precedidos por cambios fisiológicos indetectables por los sentidos humanos, pero posibles a través del MPT y permite a los productores intervenir tempranamente. Estas tecnologías sirven para alertar a los productores sobre aquellas vacas en riesgo de una enfermedad, en lugar del método de detección de la enfermedad existente, identificando vacas cuando ya están enfermas.

Los productores pueden examinar datos y reportes en tiempo real para identificar desvíos anormales.
Existen reportes sobre bienestar y salud, que identifican aquellas vacas que necesitan atención, con información para mejorar los diagnósticos. Los collares de monitoreo Allflex generan datos, que son analizados a través de un algoritmo que los procesa y analiza para generar diferentes reportes. Ello que permite medir diferentes variables simultáneamente y proveer una excelente herramienta para monitorear a nuestras vacas. El algoritmo calcula un puntaje. Si ese puntaje es inferior a un umbral, un alerta de salud es dado y la vaca aparece en la lista de atención de salud del rodeo.

Impacto de los Collares de Monitoreo
Chebel et al. (2020), demostraron que los collares de monitoreo Allflex proveen una herramienta precisa para la medición de la rumia, alimentación y descanso en vacas secas y en lactancia. La recolección precisa de datos de rumia, alimentación y descanso son críticas, debido a que cambios en esos comportamientos pueden indicar deficiencias en el confort de las vacas o síntomas precoces de trastornos de salud, más específicamente enfermedades metabólicas.

Burnett et al. (2020), demostraron que los collares de monitoreo Allflex permiten diferenciar las vacas con una alta y baja actividad física al celo. Las primeras tuvieron un incremento del 30% en la preñez por inseminación artificial (IA) y las vacas con baja actividad tuvieron fallas de ovulación y una elevada pérdida de preñez. La detección de estos animales con baja intensidad de celo, permitió a través del tratamiento de los mismos, la reversión del 30% de reducción en la preñez por IA. Los resultados de este estudio evidencian que la medición de la expresión del celo, es útil para la toma de decisiones de estrategias reproductivas.

Kathun et al. (2020), demostraron que los collares de monitoreo Allflex, detectaron a través de la rumia y actividad, la mastitis subclínica 21 días antes. Ruegg et al. (2020), demostraron que el 40% de las mastitis subclínicas se convirtieron en clínicas a los 3 meses de su detección. Teniendo en cuenta que en nuestro país las vacas pierden por mastitis subclínica 3 litros diarios (Vissio et al., 2015), podemos anticiparnos realizando un tratamiento precoz de esas vacas y reducir la pérdida de 270 litros por mastitis subclínica, los 619 litros por mastitis clínica (Programa Claves, 2009) y si esa vaca se encuentra en el período que hay que preñarla, el impacto de la mastitis en la fertilidad es de 700 litros (Cattaneo et al., 2012). Los 1.589 litros representan casi $30.000 (Dirección Nacional Láctea: $18,65/litro, Agosto 2020), que podemos prevenir, demostrando que los collares de monitoreo Allflex son de utilidad para la identificación temprana de enfermedades como la mastitis. King et al. (2018), demostraron una detección de la mastitis clínica 14 días antes. Para el mismo análisis económico, se previenen casi $25.500.

Los collares de monitoreo Allflex permiten detectar enfermedades con mayor anticipación que la observación visual solamente. Al detectar tempranamente las enfermedades, mejoran los resultados del tratamiento de las mismas. Alertan a los productores, permitiendo cambios de manejo para mejorar la prevención de enfermedades.

Una característica clave es la recolección de datos y la subsecuente generación de listados de alertas y reportes de manejo. Estas tecnologías están basadas en trabajos científicos y validadas, proveyendo información precisa y accionable para los productores.

Los collares de monitoreo cumplen con los objetivos de la adopción de tecnologías de MPT de mejorar la eficiencia y rentabilidad del tambo, toma de decisiones, bienestar animal y satisfacción del productor (Stone, 2020).

Fuente: Eial Izak - Clarin.com

La pandemia de CoViD aceleró los tiempos

Estados Unidos: llegó la era de los robots

Tyson Foods tuvo más de 16.000 trabajadores afectados por la pandemia del coronavirus de los cuales 86 de esos operarios han muerto.

Tyson Foods, la mayor compañía productora de carnes de EE.UU, ha comenzado el proceso de equipamiento robótico en sus 19 plantas frigoríficas destinadas al faenamiento de 40 millones de aves que procesa cada semana.

La empresa norteamericana tuvo más de 16.000 trabajadores afectados por la pandemia del coronavirus en los meses de abril y mayo de este año, que se desempeñan en 30 frigoríficos de 23 estados (86 de esos operarios han muerto).

La situación de Tyson Foods adquirió características de crisis de extrema gravedad, que hizo que el gobierno de Donald Trump colocara a sus plantas bajo el régimen de seguridad nacional, debido a que el cierre forzoso a que obligó la pandemia afectaba la seguridad alimentaria estadounidense, en el momento más álgido de la crisis, que ocurrió en el 2do. trimestre del año.

En ese momento, la economía de EE.UU, la mayor del mundo (U$S 21.9 billones / 25% del PBI global) se hundió -10.2% t/t, que en términos anualizados implicó una caída de 32.2%, el derrumbe más significativo de la historia norteamericana desde la década del 30’.

El “centro para el Control y la Prevención de Enfermedades” (CDC) con sede en Washington, señaló que las plantas frigoríficas de EE.UU tenían una alta concentración de personal, en unidades que abarcaban hasta 1.000/5.000 trabajadores, lo que las hacía un blanco fácilmente penetrable por el coronavirus. De ahí la alternativa de la robotización. En EE.UU hay 3.500 frigoríficos con 525.000 trabajadores.

Hay que agregar que el costo de los robots se ha desplomado con una caída promedio de 11% anual en la última década. Al mismo tiempo, la revolución tecnológica en la industria robótica ha adquirido un carácter vertiginoso, reduciendo su tamaño hasta incluso los niveles de la nanotecnología, y multiplicando su flexibilidad, así como adquiriendo precisión quirúrgica en sus unidades productivas. La tendencia es hacia una robotización microscópica.

Lo que ocurrió en ese momento fue que las plantas de Tyson Foods resultaron intervenidas por el Gobierno Federal, en un ejercicio extraordinario de poder en situaciones de crisis, guiado exclusivamente por el principio de la necesidad. Esto es lo que hace EE.UU ante las grandes emergencias nacionales, y lo hizo en gran escala en la 2da. Guerra Mundial.

La repuesta de Tyson Foods a la crisis del Covid-19 ha sido la propia de la cultura capitalista estadounidense, volcada a la innovación, en una perspectiva completamente centrada en el futuro. El excepcionalismo norteamericano presume que el futuro le pertenece.

De ahí que Tyson Foods haya comenzado por reemplazar a los trabajadores – matarifes que se desempeñan en su planta por robots especializados en el corte y deshuesado de sus carnes aviarias, en un proceso que puede concluir en un periodo de 3 a 5 años para eso ha creado un pool de investigadores, científicos, e ingenieros, con la ayuda de diseñadores provenientes de la industria automotriz, con el objetivo de desarrollar un sistema automatizado de deshuesado y corte, que funcione en forma constante y prácticamente instantánea.

Esta decisión de cambiar la forma de producción es financiada con capitales tomados en el sistema financiero trasnacional con eje en Wall Street. Ante todo ha colocado un título por U$S 1.000 millones, y se apresta a lanzar otro por una suma equivalente antes de fin de año. Este proceso de automatización es parte de una puesta a duplicar su producción en los próximos 3 años.

La fuerza de trabajo de Tyson Foods que queda en pie, una vez completado este formidable proceso de innovación tecnológica es menos de 10% de los actuales planteles, pero sus ingresos serán 4/5 veces superiores. Esto exige un nivel de calificación terciario o universitario.

Lo que sucede con Tyson Foods tras el impacto del coronavirus es una tendencia generalizada de la economía norteamericana. Por eso Oxford Economic prevé que más de 20 millones de empleos manufactureros serán reemplazados por robots en el mundo en 2030; y que 8.5 millones de ellos corresponderán a la industria estadounidense.

Ahora llego el turno de los frigoríficos y los matarifes, en un siglo XXI que no tiene vuelta atrás. Lo que sucede en EE.UU adelanta el futuro de la industria frigorífica mundial, y esto afecta a todos los grandes productores de carne del mundo y en primer lugar a la Argentina.

Fuente: Jorge Castro - Clarin.com

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Curiosidades

Los 10 principales avances médicos de la Edad Media

Todavía la percepción que el ciudadano medio tiene sobre la Edad Media es la de que fueron tiempos oscuros, con multitud de calamidades, poblaciones analfabetas y un retroceso sustancial en cuanto a los avances médicos que la Antigüedad había aportado. Todo ello no son más que apriorismos que colocan en un puesto de inferioridad a los tiempos medievales respecto a otros momentos de la Historia. Sin embargo, un análisis detallado nos revela que en el Medievo surgieron muchos de los logros de la Medicina que todavía hoy están vigentes. Aquí están los 10 principales avances médicos de la Edad Media.

1. Hospitales
En el siglo IV de nuestra era el concepto de hospital, es decir, un lugar donde los pacientes podrían ser tratados por los médicos con equipamiento especializado, estaba en su embrión en algunos lugares del Imperio Romano.

Más tarde, en Occidente, los monasterios fueron los centros donde surgieron los primeros hospitales para dar servicio a los viajeros, transeúntes y pobres. Mientras, en Oriente, en el mundo árabe, los hospitales surgieron en el siglo VIII.

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SIN VETERINARIOS NO HAY UNA SALUD

Conferencia completa brindada por el M.V. Fidel Baschetto, Capítulo Fauna Silvestre SOMEVE, Profesor Adjunto de Fauna Silvestre UN Villa MaríaJefe de Departamento de la Universidad Libre del Ambiente (Municipalidad de Córdoba). Organizada por: Sociedad de Medicina Veterinaria

El Dr. Carlos Lanusse ha recibido importante reconocimiento por su trayectoria en la farmacología veterinaria

[ Click aquí o sobre la imagen para ampliar la nota enviada al Dr. Carlos Lanusse | PDF ]


Compartimos la respuesta enviada por el Dr. Carlso Lanusse:


Estimado Leonardo

Muchas gracias por su conceptuosa nota. Es un gran orgullo ser el 1er científico latinoamericano en recibir esta prestigiosa distinción que otorga la Academia Americana de Farmacología y Toxicología Veterinaria, particularmente cuando toda mi carrera se hizo desde Argentina y trabajando en la conjunción entre la Universidad Pública y el CONICET.  Me alegra que este tipo de premios de visibilidad internacional ayuden a jerarquizar nuestra profesión Veterinaria, junto a tantas otras acciones que muestran día a día la valoración que la sociedad le da a nuestras incumbencias profesionales.