El, lunes 20 de febrero, se cumplió el octavo aniversario del fallecimiento del Dr. José Leonardo La Torre.
Destacado investigador, docente y propulsor de la innovación, aplicación y divulgación del conocimiento. El país y la ciencia añoran a un hombre austero, de firmes convicciones; un ícono genuino de dignidad y vocación de servicio.
Médico, especialista en Biología Molecular, desde 1974 se desempeñó en el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET). Fue investigador superior, dirigió el Centro de Virología Animal (CEVAN), el Instituto de Ciencias y Tecnología Dr. César Milstein y presidió la Comisión de Biotecnología del CONICET y el Centro Argentino-Brasileño de Biotecnología. La Torre encabezó numerosos proyectos de desarrollo y transferencia de tecnología, en el sector público y privado, entre ellos los relacionados con vacunas contra rotavirus y herpes virus bovino. Centenares de publicaciones, dirección de tesis doctorales y posdoctorales y la formación permanente de nuevos profesionales, constituyeron otros objetivos de este infatigable “trabajador de la ciencia”, como él mismo se definía. En 2001, durante la grave epidemia de Fiebre Aftosa que afectó a la ganadería, La Torre y sus colaboradores llevaron a cabo una labor descollante; punto de partida para el control de la enfermedad y la recuperación de la credibilidad en los mercados internacionales. Merced a su iniciativa y gestión, junto con la de otros calificados colegas, entre ellos los doctores Eduardo Palma y Rodolfo Bellinzoni, se creó la Red Interinstitucional de Investigación y Desarrollo en Fiebre Aftosa (RIIDFA).
Sus méritos también fueron reconocidos en Estados Unidos y Europa. Acreditado referente para la Organización Mundial de la Salud y las Naciones Unidas, integró las principales sociedades científicas del mundo. Entre otras distinciones obtenidas en el país y el exterior, en 2003 recibió el Konex de Platino.
Riguroso, perseverante y apasionado, José La Torre dejó un generoso legado de conducta, conocimientos y experiencia a más de un centenar de investigadores, comprometidos e identificados con sus principios y valores.
Fuente: Monteagudo Comunicaciones