En segundo lugar, la agilidad analiza las características físicas del perro a través de varios tipos de saltos como el de altura (hasta 1,20 m), el de longitud (hasta 4 m) y el que presenta obstáculos palisados (hasta 2,30 m). Aquí interesa tanto la técnica como la disposición del perro para ejecutar los saltos.
Y en tercera instancia, la protección abarca ejercicios como defensa del guía, búsqueda o escolta del figurante, detención de una huida, defensa bajo amenaza y vigilancia de objetos. El propósito es que el perro pueda demostrar valentía, autocontrol y obediencia en diferentes escenarios, atacando sólo cuando sea necesario y soltando al figurante a la orden del guía o del juez.
“Cualquier raza puede ser aceptada en el deporte siempre que tenga pedigree (documento genealógico del perro) y su libreta de trabajo, y haya aprobado el test de sociabilización. Los perros sin pedigree pueden presentarse en un pre mondio (promocional) o como perro blanco (debe mostrar los ejercicios antes de competir)", explica Alfonso, que también es delegado de la comisión Rsv Global Latín America.
Se exige que haya aprobado sin dificultades el test de obediencia para competir y también debe tener un control absoluto en todo el programa. “Si presenta una actitud fuera de control se lo retira de la pista (está cercada con red). En caso de gravedad, se suspende”, indica Alfonso.