1897 - 2024

127º Aniversario - Trayectoria y excelencia al servicio de la profesión.

Interés general

La ganadería ya no es lo que era

En la discusión por los precios, se cuela la idea de que “el pasto que comen las vacas no tiene costo”. El impacto del mixer, entre otras tecnologías que modernizaron la actividad.

El trasfondo de la meneada cuestión del precio de la carne y la tentación de abaratarla en nombre de “la mesa de los argentinos”, es la visión bucólica que prevalece en el imaginario colectivo acerca de lo que es la actividad ganadera. Una imagen alimentada por propia tropa, tan proclive a seducir a la sociedad con la imagen cautivante de las vacas pastando.

Ya hace unos cuantos años me sorprendió un taxista, con una típica lección de economía: “a mí cuando me suben la nafta tengo que subir la tarifa. Ahora, cuando sube la carne ¿es porque subió el pasto?” Así debe pensar, por ejemplo, el secretario de Comercio, Roberto Feletti. La conclusión es que "estos señores ganaderos son especuladores que se aprovechan de la demanda china para llenarse de dinero con el pasto". Que es gratis y además, según dijo esta semana la conductora y modelo Ursula Vargues, es de todos.

Bueno, los tiempos cambian. La teoría del pasto no corre más, y nada mejor para ejemplificar que contar la historia de una herramienta que se ha convertido en infaltable: el carro mezclador de raciones, el “mixer”. Hace cincuenta años no existía.

Como todos los fenómenos de avance tecnológico en ganadería, siempre es el tambo el que toma la punta. El tambo era básicamente un rodeo de cría que se ordeñaba. La evolución ha sido fascinante. A mediados del siglo pasado, los tamberos ordeñaban a mano, con “apoyo” del ternero, que estaba al pie de la madre todo el día. Y se lo apartaba al momento del ordeñe. Las vacas solo comían pasto, producían ocho litros, la mitad para la cría y la mitad para la venta.

De pronto, llegó la ordeñadora mecánica. Al tiempo se vio que convenía colocarla adentro de un tinglado. Y alguien descubrió que la vaca entraba mejor si se la tentaba con un bocado de ración. Apareció el balanceado y tuvo otro efecto: el aumento de la producción de leche por vaca y por día. Un golpe de soguita para las vacas menos productivas, dos golpes para las que rendían más. Y ya se apartaba al ternero, porque encima se empachaba.

Fue polémico, porque el tambero no estaba acostumbrado a firmar muchos cheques. A pesar de que los resultados eran contundentes, parecía que la lechería se contaminaba con métodos foráneos. Se evaluaba que el más eficiente era el que daba menos granos por litro de leche producía.

A mediados de los 80 arranca el silo de maíz. Ahora teníamos dos interferencias: el balanceado y “la reserva forrajera”. A alguien se le ocurrió juntarlos en un carro. Llegó el mixer. Cuando se generalizó, los productores dieron otro paso al frente: se convirtieron en chef de sus vacas. No quisieron comprar más balanceado, que al fin y al cabo se hacía con su propio maíz. Empezaron a comprar subproductos como el afrechillo, la hez de malta, la semilla de algodón. Aparte del silo de picado fino, de maíz, sorgo o pradera. Y luego, cuando llegó la industria del etanol, la burlanda.

El mixer es la única herramienta que no puede estar en manos de un contratista trashumante. Hace falta al menos uno en cada explotación, porque las vacas comen todos los días y más de una vez por día. La demanda creció en forma explosiva. A principios de los 80 había un solo fabricante, don Darío Minervino en Chivilcoy. Todo un pionero, pero chocó contra la tradición de la vaca procurándose el pasto de cada día. Era lo más barato. Pero poco a poco se fue descubriendo que lo barato es carísimo cuando no existe. O cuando tenemos que producir parejo todo el año, y más durante el invierno que es cuando las usinas necesitan leche.

Hoy hay mixers de todos los gustos. Y lo mismo pasa en Brasil, donde a pesar de ser los mayores exportadores de proteínas animales del mundo, venían progresando con retardo respecto a nuestra ganadería. Hoy están a full, y aquí también. En la provincia de Córdoba, que lidera en todos los avances tecnológicos, ahora se vive la era de la estabulación, lo que redobla la demanda de carros mezcladores. Enorme competencia entre marcas emblemáticas: Mainero, Akron, Montecor, Gea, M&S.

La ganadería ya no es lo que era. Si no cambiaba, ya hubiera desaparecido.

Fuente: Héctor Huergo - Clarín.com

Fuerte inversión público-privada para robotizar un tambo escuela

La Escuela Superior Integral de Lechería (Esil) de Villa María y el INTA invertirán 650.000 dólares en un tambo estabulado, robotizado y sustentable de última generación.

Para finales de 2022, la Escuela Superior Integral de Lechería (Esil) de Villa María, Córdoba, espera tener en marcha su proyecto de relanzamiento en la relación con el sector, dado en una “vuelta a los orígenes”.

La institución formativa anunció una inversión de 650.000 dólares para poner en funcionamiento, junto con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta), un tambo estabulado, robotizado y sustentable de última generación.

Esto se hará a través del reacondicionamiento de las instalaciones de un campo del INTA en la localidad de Ramón J. Cárcano (departamento Unión), que es utilizado para prácticas institucionales, con fines académicos, productivos y de servicios.

“Vimos la necesidad de repensar y relanzar la escuela de lechería como oferta educativa y propuestas de servicio al sector”, dijo Alfredo Gadara, presidente de Funesil, la fundación que dirige la escuela.

“Llegamos a la conclusión que debíamos volver a los orígenes, a lo que motivó el nacimiento de la escuela, que fue dar respuestas a una necesidad sectorial de demanda de mano de obra”, agregó.

Orígenes de vanguardia para el tambo
Recordó que en esos primeros pasos estuvo presente el Inta Villa María, entidad con la que se avanzó en un tambo en la localidad de Cárcano que sirvió para que el estudiantado hiciera sus prácticas.

En ese momento se montó una máquina ordeñadora que era toda una novedad 35 años atrás, cuando la mayoría de tambos se habían todavía a mano.

Basados en aquella experiencia, se pensó desde la Esil que este relanzamiento debía incluir también una revitalización de la relación con el Inta.

Fue así que la escuela armó un proyecto de tambo confinado, con ordeñe robotizado, que fue puesto, en modo de borrador, a consideración del Inta. Con mejoras, adecuaciones y adaptaciones a la vinculación institucional, se firmó días atrás un nuevo convenio para dejar planteado todo el proyecto.

“Tenemos que estar preparados como instituciones para capacitar a personal en todas las alternativas, tanto de punta tecnológica como las otras”, dijo Gadara.

Detalles
El tambo tendrá capacidad para unas 70 vacas y constará principalmente de un ordeñe robotizado, pero también con una alternativa de ordeñe tradicional para hacer prácticas.

El equipamiento fue comprado a proveedores locales, correspondientes a empresas del rubro que tienen entre sus directivos a egresados de la escuela.

Por su parte, Juan Cruz Molina, director de Inta Córdoba, remarcó la tradición que lleva años de vinculación con la cuenca lechera de Villa María.

“Tenemos que revalidar votos, y la confianza es el primer valor que ponemos sobre la mesa, para que todas las instituciones privadas y públicas agreguemos valor”, destacó el funcionario en la presentación.

“Córdoba es un buen contexto para seguir generando espacios de buenas prácticas profesional”, dijo al dirigirse al ministro de Industria de la Provincia, Eduardo Accastello, también presente en el lanzamiento.

Opinó que este sistema de ordeñe voluntario para que la vaca, con buena practica y confort animal vaya a ordeñarse, cambia el paradigma de la actividad.

Además, destacó que se genere un nuevo espacio para los chicas y chicas que van seguir llevando adelante la producción agropecuaria.

Fuente: Andrés Ferreras - Clarin.com

¿Carriles exclusivos para perros?


En la calle Puán, a cien metros de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, vive una familia que está harta. No de la inflación, ni de la inseguridad, ni de la corrupción, ni del coronavirus. Está harta de que los perros de los vecinos usen su vereda como letrina. No conozco a esta pobre gente ni falta que hace: me alcanza con ver la cantidad de cartelones que han puesto a lo largo de los ocho metros y medio de frente que tiene la vivienda. Son doce afiches y algunos parecen manifiestos políticos. Ni en el perímetro de Chernobyl hay una proporción tan alta de advertencias. El problema debe de ser grave y el mejor ejemplo es lo que sucede una cuadra más allá, en la vereda de la Facultad (que seencuentra reducida por interminables refacciones de su fachada), convertida hoy en un verdadero baño público de perros. Quienes hayan visto un par de películas de superhéroes sabrán la máxima ética que rige la vida de estos personajes: un súper poder implica una súper responsabilidad. Podríamos ampliar este mandato a los dueños de mascotas. Como dice el título de uno de los cartelones de la casa de la calle Puán, “tu perro, tu caca”. Un silogismo sencillo pero que parece no entrar en la adorable cabeza de algunos mascoteros, seguramente no muchos pero sí persistentes en el olvido de las mínimas nociones higiénicas. Un amigo pet friendly (y realmente, un fan del diseño urbano) propone la creación urgente de “perrosendas”, carriles exclusivos para que los pichichos paseen, hagan sus necesidades y, si son olvidadas, queden al menos en una zona controlada. En fin. Puede que no sea una tontería.

Fuente: Horacio Convertini - Clarín 2 - 12 - 2021 Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Copa Argentine Beef, nuevamente gran protagonista del Abierto de Polo de Palermo

En uno de los mejores partidos del torneo, el ganador fue el equipo RS Murus Sanctus, que venció en chukker suplementario a La Dolfina Brava y se alzó con la copa que entregó el IPCVA.

El Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) entregó la Copa Argentine Beef en la cancha N°1 de Palermo, en donde se disputa el 128° Abierto Argentino de Polo HSBC, uno de los eventos deportivos más prestigiosos del mundo.

Juan José Grigera Naón, Presidente del IPCVA, fue el encargado de entregar el trofeo después de uno de los partidos más vibrantes en lo que va del torneo, ratificando que la mejor carne del mundo acompaña una vez más al mejor polo del mundo.

“Esta unión entre la carne y el polo, que fomentamos dentro y fuera del país, es para asociar y prestigiar a dos de los productos de más alta calidad de la Argentina, reconocidos en todo el mundo”, aseguró Grigera Naón, luego de entregar la Copa Argentine Beef al equipo RS Murus Sanctus.

Por otro lado, en los próximos días se ratificará el convenio de cooperación entre el IPCVA y la Asociación Argentina de Polo (AAP) para continuar con la realización de acciones comunes en distintas regiones del mundo. “Por la pandemia no pudimos hacer todo lo planificado, aunque sí pudimos trabajar conjuntamente en importantes torneos en Francia, España y Estados Unidos. Queremos intensificar esto y mantener una gran presencia de la carne argentina en el polo, como lo hacen las marcas más sofisticadas de perfumes o de automóviles”, explicó Grigera Naón.

Conferencia completa brindada por el M.V. Fidel Baschetto, Capítulo Fauna Silvestre SOMEVE, Profesor Adjunto de Fauna Silvestre UN Villa MaríaJefe de Departamento de la Universidad Libre del Ambiente (Municipalidad de Córdoba). Organizada por: Sociedad de Medicina Veterinaria