Se presentó un estudio que destacó la importancia de estos ecosistemas en la lucha contra el cambio climático. Pero el Congreso aún no trata la norma para cuidarlos.
Dos semanas después de que la Ley de Humedales perdiera estado parlamentario en el Congreso Nacional por tercera vez desde 2013, se presentó ayer en el Centro Cultural Kirchner el resultado de la investigación "Escenarios alternativos para el futuro del Corrdor Paraná-Paraguay y sus sistemas de humedales: Pantanal, Esteros del Iberá del Paraná" a cargo del doctor en Ecología Gilberto Gallopín. Se trata de un trabajo que opera como diagnóstico y también como llamamiento para proteger uno de los ecosistemas más frágiles de la Argentina. Y más necesarios, en términos de captura de carbono y contrapeso al calentamiento global.
Los humedales son tierras inundadas, reservorios de auga dulce que amortiguan los impactos de las lluvias y se consideran clave para combatir el cambio climático porque almacenan más carbono que otros sistemas.
La Argentina es un país rico en humedales. Su superficie contiene un 21,5% de humedales que incluyen esteros, lagunas, deltas, aguas de deshielo y mallines, entre otors. El equipo que trabajó en el posible devenir de los humedales paara el periodo 2020-2060 estuvo constituído por unos 40 científicos argentinos y brasileños. Gallopín lo dirigió.
El prestigioso investigador presentó cuatro posibles caminos a seguir con los humedales del corredor Paraná - Paraguay que conectan Argentina, Brasil, Paraguay y Bolivia. Lo escucharon algunos funcionarios públicos de segunda línea de varios ministerios.
Entre ellos, la secretaria de Política Ambiental, Florencia Gómez, y del director de Planificación y ordenamiento Ambiental, Abelardo Llosa, ambos del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación.
Desde el año 2013 varios proyectos de ley se propusieron proteger los humedales con el argumento de que esas aguas son vitales para el desarrollo socio ambiental del país. Sin embargo, las iniciativas fueron perdiendo estado parlamentario. El último, el 30 de noviembre pasado.
El proyecto, que firmaron 14 diputados, fué aprobado a fines de 2020 con un dictamen unificado del oficialismo y la oposición por la Comisión de Recursos Naturales y Conservación del Ambiente Humano. Pero después quedó retenido - hasta que caducó- por las comisiones de Agricultura y Ganadería, de Intereses Marítimos, Fluviales, Pesqueros y Portuarios y de Presupuesto y Hacienda de Diputados.
En la presentación organizada por la Fundación Humedales de la Wetlands International, una ONG dedicada a la conservación y restauración de humedales. Gallopín describió cuatro posibles caminos para el tratamiento de los humedales y las consecuencias que cada uno de ellos podría tener. Las denominó "Sigamos como siempre", "Reinado de la economía", "Fundamentalismo tecnológico" y "El fin de la infancia". Para cada una de ellas hizo un análisis de lo que sucedería desde ahora hasta el 2030 y desde ahora al 2060. En todos los casos, no atender las necesidades socioambientales de protección de los humedales redundaría en problemas ecológicos, pérdidas de especies y un impacto económico que se expresaría en un crecimeinto de la pobreza.
"El año 2020 va a ser recordado como el año de los incendios", dijo Gallopín para mostrar las consecuancias más inmediatas de la falta de políticas públicas. El investigador responsabilizó al cambio climático, al desarrollo urbano, a la producción minera y pesquera por la pérdida de la superficia de los humedales.
El resultado de la investigación coincidió con el desarrollo de la campaña electoral, Los candidatos al parmlamento hicieron uso de la ley de humedales para conquistar votos, pero sus bancas dentro del recinto cajonearon los proyectos existentes. Si la ley de humedales hubiera sido sancionada proyectos como los de la Costanera Sur serían ilegales y se atacarían los incendios no naturales que suceden en tierras preciadas para el desarrollo inmobiliario, como son las del Delta del Paraná.
La ley propuesta no era otra cosa que el establecimiento de un presupuesto mínimo para la conservación de los humedales, presupuest que ya está contemplado en el artículo 41 de nuestra Constitución Nacional.
De la conferencia de Fundación Humedales participaron activistas de ONG´s socioambientales que denunciaron que las áreas de gobierno actúan en desconexión con la ciudadanía. "Los programas y planes pareciera que nunca llegan a la ciudadanía", dijo Guadalupe Nava de la ONG Conciencia Ecológica de la localidad de San Pedro.
Para que la ley vuelva a tomar estado parlamentario deberá partir de foja cero. Ser presentada nuevamen, y que la aprueben las comisiones antes mencionadas.
Los humedales como tema de campaña pueden ser seductores (de hecho, casi todos los candidatos de las últimas legislativas coincidieron en la necesidad de protegerlos). Pero su efectiva protección toca intereses económicos detrás de todos los bloques parlamentarios, y las inciativas no avanzan.
Fuente: Clarín - Ecología