El Grupo de Especialistas en Medicina del Comportamiento (GEMCA) de AVEPA ha publicado un artículo titulado “Bienestar animal en perros en el entorno doméstico”
En el artículo explican que el bienestar animal es la ciencia encargada del estudio del grado de adaptación de un organismo a su ambiente, y, según recogen los expertos, se basa en 3 pilares principales: funcionamiento adecuado del organismo, salud física; estado emocional del animal como dolor, estrés, ansiedad o miedo; y la satisfacción de necesidades etológicas, posibilidad de mostrar determinadas conductas propias de la especie.
Respecto al bienestar animal del perro, indican que los protocolos Welfare Quality® se basan en 4 principios: buena alimentación, buen alojamiento, buena salud y comportamiento apropiado.
BUENA ALIMENTACIÓN
“Una alimentación adecuada permite que los animales tengan buen estado de salud y se mantengan en su peso óptimo. Este principio se evalúa mediante 2 criterios, ausencia de hambre prolongada y ausencia de sed”.
Así, indican que los factores que afectan a la idoneidad del sistema de alimentación son la salubridad de la dieta: higiene de los alimentos e higiene del comedero; cantidad de alimento; frecuencia de alimentación; y momento de alimentación.
Para que un perro no pase hambre recomiendan ofrecer una dieta adecuada en cantidad, calidad y frecuencia, adaptada a las necesidades fisiológicas del animal en cada momento, y para que exista ausencia de sed que los animales dispongan de acceso libre a agua durante 24 horas al día.
BUEN ALOJAMIENTO
“Un buen alojamiento debe garantizar la comodidad del animal, que se mueva libremente cuando lo desee y que el animal esté protegido del frío y del calor”
Para perros y gatos, la Asociación Médica Veterinaria Estadounidense recomienda que la temperatura ambiental debe mantenerse por encima de 15,5 ° C, y por debajo de 26,6 ° C, y la humedad relativa debe oscilar de 30 a 70%.
BUENA SALUD
“El estado de salud de un animal se va a determinar por la presencia de enfermedad, de lesiones o de dolor inducido por el manejo”. El estado de salud constituye uno de los pilares del bienestar animal.
En este sentido, recomienda consultar con un veterinario ante cualquier síntoma de enfermedad.
COMPORTAMIENTO APROPIADO
“Para evaluar si el comportamiento de un perro es apropiado analizaremos su comportamiento social, la expresión de otras conductas (conductas anormales, actividad física), su reacción a personas y su estado emocional”.
En referencia al comportamiento social, recuerdan que los perros son animales gregarios, con altas demandas de contacto social con congéneres u otras especies con las que conviven. “La cohesión social y la pertenencia a un grupo representan una necesidad etológica de esta especie. Por ello, está contraindicado albergar a perros sin la compañía diaria de personas y debemos preocuparnos porque nuestro perro no pase muchas horas en soledad”.
Añadiendo que, en aquellos casos en los que la privación de contacto social se produce durante la socialización (3-13 semanas), “la repercusión sobre la conducta social del perro puede llegar a ser fatal”.
“Una socialización adecuada podría ser entendida como una vacuna para los problemas de comportamiento”
Según la American Veterinary Society Animal Behaviour (AVSAB), la primera causa de muerte en perros menores de 3 años son los problemas de comportamiento, por encima de las enfermedades infecciosas.
También apuntan que los perros tienen altas necesidades de actividad física. Por ello, es muy importante garantizar el acceso al exterior de la vivienda en forma de paseos. “El paseo permite al perro realizar ejercicio físico considerable, explorar el entorno e interactuar con congéneres y personas”.
Por otra parte, el estado emocional en bienestar es un criterio que se evalúa mediante un QBA (Qualitative Behaviour Assesment). “Un QBA es una valoración cualitativa y subjetiva del comportamiento que no se centra en las conductas que realiza el animal si no en el modo en el que las manifiesta”, apuntan.
“En el Shelter Quality Protocol (perros de refugio), se evalúan las siguientes calificaciones para determinar el estado emocional: juguetón, feliz, amigable, seguro, nervioso, inseguro, ansioso, en alerta, ruidoso, insistente demandando atención, tranquilo y relajado”.
CONCLUSIÓN
Los expertos de GEMCA concluyen que el término bienestar animal define el estado de adaptación de un organismo a su entorno.
“Es un concepto científico que mediante medidas objetivas y contrastadas científicamente, expresa el grado de adaptación de un animal al ambiente en el que vive. Proporcionar un entorno que cubra las necesidades fisiológicas y etológicas de nuestra mascota, no sólo les hace felices, si no que es nuestra obligación como tutores”.
Puede acceder al artículo completo en este enlace.
Fuente: DiarioVeterinario.com