El temperamento de los animales depende más de otros factores, como los genéticos y ambientales.
Que los pitbull son agresivos. Que los labradores son sociables. Que los beagles son curiosos. Estos estereotipos de las razas de perros son desafiados por un estudio publicado este viernes -Día Mundial del Animal- en la revista Science.
El trabajo fue liderado por la investigadora Kathleen Morrill, de la Escuela Médica de la Universidad de Massachusetts (Estados Unidos). Junto a sus colegas, partió de la base de que hay escasez de investigaciones genéticas que vinculen a las razas con sus comportamientos.
Para indagar en el asunto, usaron estudios genéticos que involucraron a 2.155 perros de raza pura y mestizos. En total, incluyeron datos de 78 razas, muchas de ellas comunes en Argentina, como el pastor alemán, el chihuahua y el collie, por solo nombrar algunas.
Después, combinaron esta información con más de 18 mil encuestas a dueños de perros -tomando una base de datos llamada Darwin’s Ark- con preguntas vinculadas a sus características y comportamientos.
La raza no es buen indicador
El trabajo sugiere que muchos rasgos físicos están asociados con las razas, pero que el comportamiento es mucho más variable entre perros individuales. Y que, en realidad, depende más de factores genéticos y ambientales.
"Mientras la genética juega un rol en la personalidad de cualquier perro, su raza específica no es un buen indicador de dichos rasgos", dijo Elinor Karlsson, otra de las autoras del estudio.
"Lo que encontramos es que los criterios que definen a un golden retriever son sus características físicas -la forma de sus orejas, el color y calidad de su pelaje, su tamaño- y no si es amistoso", agregó .
Los científicos identificaron 11 loci (plural de “locus” o lugar específico del cromosoma donde está localizado un gen) fuertemente asociados con el comportamiento, aunque ninguno de ellos era específico de la raza.
Entre los rasgos de comportamiento, la docilidad (qué tan bien responden los perros a la dirección humana) fue el más hereditario por raza. Pero igual varió significativamente entre perros individuales.
En concreto, de acuerdo a los hallazgos, las razas solo explican un 9% de las variaciones de comportamiento en los perros. Otros factores, como la edad y el sexo de los animales, fueron mejores predictivos.
Entonces, los investigadores se encontraron con excepciones respecto a lo que se esperaba de cada raza. Por ejemplo, a pesar de que los labradores tenían una tendencia más baja a aullar, un 8% lo hacía. O mientras que el 90% de los galgos no enterraban sus juguetes, un 3% lo hacía con frecuencia.
Historia de las razas
"La mayoría de los comportamientos que consideramos características de las razas de perros modernas son probablemente el resultado de miles de años de evolución, desde el lobo hasta el perro salvaje, pasando por el perro domesticado y, finalmente, a las razas modernas", dice Karlsson.
“Estos rasgos hereditarios son anteriores, por miles de años, a nuestro concepto de las razas de perros modernas", continúa.
Las razas solo explican un 9% de las variaciones de comportamiento en los perros. Foto Shutterstock.
A pesar de ser uno de las animales de compañía más antiguos de los humanos, casi todas las razas de perros modernas se inventaron hace solo unos 200 años.
Antes de eso -unos 2.000 años atrás- los perros eran seleccionados por los rasgos centrales de sus funciones como la caza, la vigilancia o el pastoreo.
Recién hacia la década de 1800 los humanos empezaron a seleccionar perros por sus rasgos físicos y estéticos que definen a la raza.
La selección de una mascota
Hoy, a la mayoría de las razas modernas se les atribuyen temperamentos característicos asociados con su función ancestral. Por lo tanto, se supone que la ascendencia racial de los perros predice su comportamiento.
Esto ha llevado, entre otros resultados, a una variedad de leyes específicas, que pueden incluir restricciones de seguros o incluso la prohibición total de tener algunas razas de perros.
El estudio incluyó datos de 78 razas. Entre ellas, los pug. Foto shutterstock.
También hay asociaciones, como el American Kennel Club (AKC), que describen cada raza con una frase de tres palabras. Por ejemplo, los border collie son “cariñosos, inteligentes, enérgicos” y los beagle son “amables, curiosos, alegres”. Algo juzgado en esta investigación.
“La raza del perro es generalmente un mal predictor del comportamiento individual y no debe usarse para informar decisiones relacionadas con la selección de una mascota”, concluye el trabajo.
Fuente: Clarin.com