En la que es una maratón con reuniones y propuestas por cientos de organizaciones que defienden distintos intereses, una duda comienza a tomar fuerza y es acerca delverdadero compromiso de bajar emisionespara que el planeta no entre en ebullición.
En una Dubai que tiene el sello de la opulencia con rascacielos que compiten en arquitectura de vanguardia, jefes de Estado, organismos internacionales y ONG, se reúnen en la cumbre del Clima, la COP (conferencia entre las partes) número 28.
Con una débil delegación oficial en medio de la inminente asunción del nuevo gobierno, podría decirse que Argentinatiene quien la represente, aunque el país se niega a firmar la declaración final de la cumbre.
Es una declaración débil que firman120 países y que reconoce que hay que reducir las emisiones,pone a la salud humana como principal víctima del cambio climático y solo se compromete a avanzar sin eliminar los combustibles fósiles como se pretendía.
Para muchos expertos era obvio que no iba a figurar la palabra eliminación de los combustibles fósiles al tener de sede a Dubai, la ciudad de los emiratos que son losséptimos mayores productores de petróleo del mundo. La cumbre está presidida por el sultán Al Jaber.
Pero en esta cumbre hay otro peligro. Y es que muchos ponen a la producción agro ganadera como la villana y responsable de gran parte de las emisiones.
Este año es el turno del balance y la pelea era para que figurara en la declaración final la palabra eliminación en referencia a los combustibles fósiles como el petróleo. No pudo ser.
La contrapropuesta esacelerar y triplicar hacia 2030 las energías alternativas, hablar de transición y poner fondos para financiarla.Habría unos 100 mil millones de dólares hasta 2030.
El IICA presentó un estudio que sostiene que la ganadería bovina tieneun impacto mucho menor sobre el calentamiento global.Y propone medir de otra manera los gases.
El ingeniero agrónomo Ernesto Viglizzo, con partida de nacimiento en Argentina, y un referente global en este tema, asegura que le adjudican emisiones que no le corresponde porque provienen de otros sectores de la economía como el Industrial.
Arguye que cuando se mide la huella de carbono que impacta en las emisiones se toman en cuentaotros sectores como el frigorífico, el transporte, la distribuciónque surgen de actividades a posteriori a la producción ganadera y son emisores "porque consumen combustibles fósiles los mayores responsables del cambio climático".
Este referente internacional en ganadería, suelos y cambio climático, doctorado en la universidad católica de Lovaina en Bélgica e investigador del Conicet no exculpa a la ganadería pero habla deproducciones sustentablesy del imprescindible balance de carbono que en la producción pastoril estaría compensadoentre las pasturas que absorben los gases por la fotosíntesis y el metano que emiten las vacas.
Manuel Otero, el argentino que preside el IICA, recordó que la ganadería en nuestra región explica el50% del PBI agrícola y genera divisas por US$ 23 mil millones en carne y US$ 3.000 millones en lácteos.
"Existe una transformación de los sistemas ganaderos que reducen el impacto en el agua, suelo y emisiones. La emisión del ganadono supera el 5%de las emisiones globales", dijo.
Viglizzo amplia: "Los sistemas pastoriles de América compensan las emisiones del carbono del ganado. No se trata de exculpar a la ganadería pero hay que considerar que la carne y los lácteosson clave en la seguridad alimentariadel mundo y en la economía de una región que participa con el 25,6% de las exportaciones de carne y es el 25% en la producción de leche y el 30% de la de carne".
Un estudio afirma que el 34% de las emisiones globales de gases es producido por el sistema agro alimentario mundial y seculpabiliza a la deforestación, el uso de los fertilizantes nitrogenados, al metanoproducido por la digestión de los vacunos y al óxido nitroso que liberan las heces y la orina.
Se atribuye a la ganaderíaentre el 14 y 18% de las emisiones globales.
Para la ingeniera agrónoma Mara Saucede, de la Asociación Argentina de Producción Animal, es central la necesidad de utilizarindicadores confiables y mediblesy que puedan ser comparables con los países y los sistemas de producción.
Mientras tanto, las emisiones fósiles siguen en niveles récord pese a la disminución en Europa y Estados Unidos continúan creciendo en India.