A través de la misma se hizo posible el acceso de todas las clases sociales a la Universidad mediante la enseñanza gratuita esbozada como estructura del sistema educativo (Ley 1420 del 8 de julio de 1884).
En 1918 los estudiantes de la Universidad Nacional de Córdoba comenzaron una protesta para reclamar y exigir profundas reformas en la universidad. Esta medida se difundiría por todo el país hasta convertirse en un extenso movimiento que desbordaría los límites nacionales para conquistar América Latina y retumbar en España y Estados Unidos.
La situación de la universidad cordobesa, en ese momento, era la siguiente: 1.500 estudiantes, todos varones, ninguna mujer; cátedras con lineamientos eclesiásticos, distantes de la ciencia; docentes encarnados en sus materias en las que estaban al frente por haberlas heredado; profesores que no integraban el gobierno universitario; egresados que se veían obligados a jurar sobre los Santos Evangelios; el material de académicos de izquierda o que contradijeran las bases religiosas sobre el mito fundacional de la creación del mundo era escaso o inexistente.
Luego de varias huelgas, el presidente Hipólito Yrigoyen decidió intervenir y llamó a la elección de un nuevo rector para el 15 de junio de 1915. Ese día, el movimiento estudiantil - que se venía gestando desde tiempo atrás- gritó sus consignas libertarias.
Mientras en el resto del globo la educación rompía moldes, los jóvenes cordobeses, ante la situación pacata de la casa de estudios en la que se encontraban, comenzaron a conformar un movimiento “Pro Reforma”, que exigía cambios rotundos. Este grupo estaba integrado por los delegados de las tres facultades que tenía la Universidad Nacional de Córdoba: Ciencias Médicas, Ingeniería y Derecho, y su objetivo era promover una reforma de sus estatutos. Este Comité comenzó a tejer una serie de alianzas con organismos de Córdoba, con representantes de la clase política y con otras universidades, particularmente la de Buenos Aires. Esa relación con el estudiantado porteño contribuyó a radicalizar el movimiento reformista cordobés.