Los veterinarios calculan que el 20% de los perros y gatos no son inoculados. Tampoco se cumple con otros cuidados, como los chequeos de rutina.
Los ajustes que impulsa la crisis socioeconómica también impactan en la calidad de vida de las mascotas. Es que la falta de dinero para afrontar su manutención apuntala un nuevo riesgo a la hora de brindarles protección y cuidados a sus animales de compañía.
Estas restricciones se multiplican en muchas clínicas de barrio del AMBA. Algunos buscan “precios” y otros consultan si pueden pagar con crédito o en cuotas.
“La gente está acomodando su presupuesto y dejando a priori gastos potenciales porque piensa que podrá asumirlos más adelante. Esto redunda en una disminución de actividades médicas veterinarias como la vacunación, que disminuyó aproximadamente en un 20%, lo cual significa que 2 de cada 10 mascotas no son inoculadas. Si llegasen a contagiar una enfermedad, la explosión podría ser exponencial”, afirma Marcelo Zysman, médico veterinario, a Clarín. Para Osvaldo García Mazzolla, veterinario de Hospivet, la respuesta de estos retrasos sanitarios es clara: “No alcanza la plata”. Y subraya que antes consultaban cada dos meses, pero ahora retrasan la visita. Incluso, señala que muchas veces los clientes llegan con enfermedades preexistentes agravadas. “En San Fernando y San Isidro hubo casos de rabia paralítica”, denuncia.
El plan sanitario exige dos vacunas anuales: la séxtuple y la de rabia. Y según el grado de exposición, la de tos de las perreras, que se administra cada seis meses. También, la aplicación de antiparasitarios internos, tratamiento preventivo contra pulgas y garrapatas por vía oral o pipetas. En gatos, indica la vacuna triple felina, rabia y vacuna de leucemia. También, pipeta para el control de pulgas.
Asimismo, el control contra filariasis dependerá del criterio profesional. Si los perros habitan lugares cerca de focos de agua, se recomienda realizarlo, ya que la transmisión se da por el mosquito.
Marina Mazzeo, veterinaria a cargo del consultorio Maskota's, en Tres de Febrero, observa que la mayoría de las demoras se presentan en la vacuna triple felina y séxtuple de perros que genera defensas contra el moquillo, hepatitis, adenovirus, para influenza, parvovirosis y leptospirosis.
El combo de aplicaciones puede implicar el desembolso de 30 a 50 mil pesos. Una revacunación anual de perro sextuple + antirrábica implica aproximadamente 35.000 pesos. En gatos, triple + antirrábica, unos 38.000 pesos.
“Por la crisis, lo primero que restringen los clientes es cumplir con el calendario de vacunación, con lo cual hay una merma significativa de inoculaciones. En las zonas de menor poder adquisitivo, la incidencia de este incumplimiento puede ser mayor”, evalúa Osvaldo Rinaldi, presidente del Colegio de Veterinarios bonaerenses.
“Lo más alarmante es la falta de vacunación contra la rabia porque es una enfermedad zoonótica, letal, obligatoria y anual en nuestro país. Teniendo en cuenta su gravedad y que tenemos a la mano una excelente herramienta de prevención gratuita, no hay excusas para no hacerlo”, advierte Gustavo González Marín, médico veterinario (UBA), magister en Salud Animal y director de Las Palmas.
En la Ciudad de Buenos Aires, los operativos gratuitos de vacunación antirrábica para perros y gatos se hacen los viernes, sábados y domingos de 9 a 13, sin turno previo, en parques y barrios. Se puede consultar el cronograma en las redes sociales de la Ciudad y en buenosaires.gob.ar.
“En el último año y medio, 53.112 animales se vacunaron contra la rabia. No tenemos cuantificado si hay más pedidos que antes, pero el número se mantuvo estable porque el servicio usa los mismos recursos, es decir, tenemos un límite de vacunas que siempre se agota”, señalan desde BA Mascotas.
Por su parte, Gonzalez Marín evalúa que existen tutores sumamente responsables que están atentos a los temas de salud de sus compañeros de vida y otros que no tanto. “Para muchos de ellos, los veterinarios somos depositarios de la confianza y manejo sanitario de sus animales. Aguardan nuestro aviso, por este motivo son mucho más frecuentes los sistemas de gestión clínica que nos permiten anticiparnos a los vencimientos. Así y todo, la respuesta ante los avisos ronda el 60%”, reconoce.
Vacunar es prevenir. La vacunación de nuestros animales de compañía juega un papel fundamental en la promoción de la salud y bienestar general. “Sin lugar a dudas, el hecho de no ejercer la vacunación por razones de costo pone en riesgo la vida del animal. Sobre todo, no administrar la séxtuple en el perro porque lo protege contra el moquillo, una enfermedad polifacética que no tiene cura”, decreta Juan Enrique Romero, especialista en clínica médica y quirúrgica de perros y gatos. Gonzalez Marín insiste en la necesidad de hacer prevención: desparasitar internamente, prevenir parásitos externos como pulgas y garrapatas (que son transmisores de varias enfermedades), vacunar y seguir las recomendaciones de los veterinarios. “Hoy, la salud, humana, animal y ambiental es considerada una sola”, resume.
La dosis anual contra la rabia es obligatoria y gratuita.