- Detalles
-
Categoría: Interés general
-
Publicado: Martes, 23 Noviembre 2021 11:46
La producción ganadera en manos de 230 mil productores tiene baja eficiencia. Y hay competencia desleal en la industria frigorífica. La solución.
Una y otra vez nos enfrentamos con el mismo dilema y, casi siempre reiteramos los mismos errores en la búsqueda de su solución.
La carne vacuna se entremezcla desde la fundación de la Argentina, en épocas para su desarrollo territorial, económico, industrial y político y en épocas para identificarla con todos los males posibles del mismo país, y así coexistir sacando ventajas de dicha situación.
La ganadería vacuna, por su stock, su genética, su distribución territorial, su eficiencia en el aporte nutricional y las divisas que aporta debería ser considerado “un bien nacional”. Dicen que está en manos de grandes terratenientes, pero los propietarios de los 55 millones de cabezas son más de 230.000 productores de acuerdo al RENSPA (registro de productor ganadero de Senasa). Y los primeros 10 grandes productores no alcanzan a 500.000 cabezas.
La eficiencia productiva deja mucho que desear. Los datos de preñez de las vacas no superan al 65% promedio nacional, los pesos de destete y de faena son también de los más bajos entre los primeros países producDebido tores. No es una cadena eficiente y tampoco tiene alta rentabilidad.
No se dispone de un sistema de propiedad e identificación ganadera eficiente. Seguimos usando un sistema, claramente colonial, con marcas y señales, con más de 200.000 marcas que se aplican a fuego y son ilegibles.
En la industria frigorífica coexisten al menos cuatro estándares sanitarios, industriales, tributarios y comerciales, lo que hace que nuestra población está lejos de estar protegida desde lo higiénico sanitario. Hay grandes competencias desleales en los procesos industriales y deslealtad tributario y comercial.
al nuevo modelo de consumo de proteínas rojas, la caída del consumo de carne vacuna de históricos volúmenes, a los actuales, ha sido muy bien cubierto por el pollo y el cerdo, estando en cerca de 112 kilos por habitante y por año el consumo total de proteína. Lo que muestra que el abastecimiento local, no es un problema.
Ante esta situación, pretender solucionar uno de los temas, como el precio local de la carne, solo con la llave de la cuotificacion de la exportación o retenciones profundiza la crisis.
Como fuimos capaces de hacerlo muy exitosamente hace más de treinta años, cuando diseñamos el Plan de Control y Erradicación de la fiebre aftosa en diciembre de 1989, construyendo una ingeniería social desde cada localidad, sus provincias y a nivel nacional, logramos una alianza público privada que hoy sigue con alto nivel de resultados, legitimidad y logros. Debemos encarar esta situación con un plan nacional de ganados y carnes que busque la solución la Identificación individual electrónica, única forma de tener trazabilidad y terminar con el negreo de la comercialización de ganado. Aumentar la eficiencia productiva y peso de faena, pasando de los niveles actuales, a los de Australia. Hoy producimos 3 millones de toneladas de carne y hay que pasar a 4 millones y así dejar de hablar de excedentes de exportación de carnes y planificar exportar un millón de toneladas, sería el 25% de la producción , pero sobre otro volumen de producción.
Además se requiere un standard sanitario mínimo, para todas las plantas de faena y proceso de ganados. Con la fiebre aftosa se logró.w
La solución pasa por aumentar la producción en un millón de toneladas. Se puede.
Fuente: Bernardo Cané - Clarín.com
- Detalles
-
Categoría: Interés general
-
Publicado: Viernes, 19 Noviembre 2021 13:24
Se presentó un estudio que destacó la importancia de estos ecosistemas en la lucha contra el cambio climático. Pero el Congreso aún no trata la norma para cuidarlos.
Dos semanas después de que la Ley de Humedales perdiera estado parlamentario en el Congreso Nacional por tercera vez desde 2013, se presentó ayer en el Centro Cultural Kirchner el resultado de la investigación "Escenarios alternativos para el futuro del Corrdor Paraná-Paraguay y sus sistemas de humedales: Pantanal, Esteros del Iberá del Paraná" a cargo del doctor en Ecología Gilberto Gallopín. Se trata de un trabajo que opera como diagnóstico y también como llamamiento para proteger uno de los ecosistemas más frágiles de la Argentina. Y más necesarios, en términos de captura de carbono y contrapeso al calentamiento global.
Los humedales son tierras inundadas, reservorios de auga dulce que amortiguan los impactos de las lluvias y se consideran clave para combatir el cambio climático porque almacenan más carbono que otros sistemas.
La Argentina es un país rico en humedales. Su superficie contiene un 21,5% de humedales que incluyen esteros, lagunas, deltas, aguas de deshielo y mallines, entre otors. El equipo que trabajó en el posible devenir de los humedales paara el periodo 2020-2060 estuvo constituído por unos 40 científicos argentinos y brasileños. Gallopín lo dirigió.
El prestigioso investigador presentó cuatro posibles caminos a seguir con los humedales del corredor Paraná - Paraguay que conectan Argentina, Brasil, Paraguay y Bolivia. Lo escucharon algunos funcionarios públicos de segunda línea de varios ministerios.
Entre ellos, la secretaria de Política Ambiental, Florencia Gómez, y del director de Planificación y ordenamiento Ambiental, Abelardo Llosa, ambos del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación.
Desde el año 2013 varios proyectos de ley se propusieron proteger los humedales con el argumento de que esas aguas son vitales para el desarrollo socio ambiental del país. Sin embargo, las iniciativas fueron perdiendo estado parlamentario. El último, el 30 de noviembre pasado.
El proyecto, que firmaron 14 diputados, fué aprobado a fines de 2020 con un dictamen unificado del oficialismo y la oposición por la Comisión de Recursos Naturales y Conservación del Ambiente Humano. Pero después quedó retenido - hasta que caducó- por las comisiones de Agricultura y Ganadería, de Intereses Marítimos, Fluviales, Pesqueros y Portuarios y de Presupuesto y Hacienda de Diputados.
En la presentación organizada por la Fundación Humedales de la Wetlands International, una ONG dedicada a la conservación y restauración de humedales. Gallopín describió cuatro posibles caminos para el tratamiento de los humedales y las consecuencias que cada uno de ellos podría tener. Las denominó "Sigamos como siempre", "Reinado de la economía", "Fundamentalismo tecnológico" y "El fin de la infancia". Para cada una de ellas hizo un análisis de lo que sucedería desde ahora hasta el 2030 y desde ahora al 2060. En todos los casos, no atender las necesidades socioambientales de protección de los humedales redundaría en problemas ecológicos, pérdidas de especies y un impacto económico que se expresaría en un crecimeinto de la pobreza.
"El año 2020 va a ser recordado como el año de los incendios", dijo Gallopín para mostrar las consecuancias más inmediatas de la falta de políticas públicas. El investigador responsabilizó al cambio climático, al desarrollo urbano, a la producción minera y pesquera por la pérdida de la superficia de los humedales.
El resultado de la investigación coincidió con el desarrollo de la campaña electoral, Los candidatos al parmlamento hicieron uso de la ley de humedales para conquistar votos, pero sus bancas dentro del recinto cajonearon los proyectos existentes. Si la ley de humedales hubiera sido sancionada proyectos como los de la Costanera Sur serían ilegales y se atacarían los incendios no naturales que suceden en tierras preciadas para el desarrollo inmobiliario, como son las del Delta del Paraná.
La ley propuesta no era otra cosa que el establecimiento de un presupuesto mínimo para la conservación de los humedales, presupuest que ya está contemplado en el artículo 41 de nuestra Constitución Nacional.
De la conferencia de Fundación Humedales participaron activistas de ONG´s socioambientales que denunciaron que las áreas de gobierno actúan en desconexión con la ciudadanía. "Los programas y planes pareciera que nunca llegan a la ciudadanía", dijo Guadalupe Nava de la ONG Conciencia Ecológica de la localidad de San Pedro.
Para que la ley vuelva a tomar estado parlamentario deberá partir de foja cero. Ser presentada nuevamen, y que la aprueben las comisiones antes mencionadas.
Los humedales como tema de campaña pueden ser seductores (de hecho, casi todos los candidatos de las últimas legislativas coincidieron en la necesidad de protegerlos). Pero su efectiva protección toca intereses económicos detrás de todos los bloques parlamentarios, y las inciativas no avanzan.
Fuente: Clarín - Ecología