Los autores inciden en la importancia de vigilar las especies animales capaces de albergar el virus en las que pueda evolucionar y generar nuevas variantes con mayor capacidad de transmisión o mayor virulencia.
Tres años y medio después de la emergencia del coronavirus SARS-CoV-2, causante de la pandemia de COVID-19, sigue sin estar claro su origen animal y cómo se produjo el salto a los humanos. No sólo es necesario investigar la especie o especies animales responsables del origen del SARS-CoV-2, también es imprescindible determinar qué otras especies pueden ser reservorios y hospedadores intermediarios en los que el virus puede evolucionar y generar nuevas variantes con mayor capacidad de transmisión a humanos y, potencialmente, con una mayor virulencia.
Las especies animales susceptibles de albergar establemente el SARS-CoV-2 deberían ser sistemáticamente identificadas y monitorizadas para vigilar la evolución del virus y su capacidad zoonótica. Hasta el momento, se ha demostrado directa o indirectamente la infección de 34 especies de mamíferos en 39 países de todo el mundo.
La especie con mayor número de notificaciones de infección es el ciervo de cola blanca (Odocoileus virginianus) en EE.UU. y en Canadá. Esta especie abunda en Norteamérica y despierta preocupación ya que su interacción con las poblaciones humanas suele ser estrecha y frecuente. De hecho, se ha demostrado que la mayoría de los casos estudiados se han originado por transmisiones desde personas infectadas, aunque luego el virus puede diseminarse entre las poblaciones de ciervos. No se descarta que, a su vez, los ciervos puedan transmitir el virus a las personas o a otras especies animales. Sin embargo, todos los intentos de encontrar evidencias de infección de cérvidos con el coronavirus en otras partes del mundo distintas a Norteamérica han resultado infructuosos hasta ahora.
En un trabajo resultado de la colaboración del Dpto. de Biotecnología Animal del INIA-CSIC y el Dpto. de Microbiología de la Facultad de Medicina Monte Sinaí de Nueva York y publicado recientemente en la revista Transboundary and Emerging Diseases, se documentan varios casos de infección con el SARS-CoV-2 en dos especies de la familia Cervidae en España: el gamo (Dama dama) y el ciervo rojo (Cervus elaphus).