La naturaleza, siempre, aporta sorpresas. Ahora llegan desde India, donde un grupo de investigadores logró determinar un comportamiento llamativo de los osos bezudos que habitan en ese país: cómo se defienden de los temibles tigres.
La investigación, publicada en la revista Ecology and Evolution, implicó el análisis de 40 videos y tres secuencias de fotografías tomadas por participantes de safaris en parques nacionales de la India.
Según reproduce The New York Times, los investigadores demostraron que los tigres, animales que se encuentran entre los depredadores más feroces, se acercan muy fácilmente a los osos bezudos (que Asia también se llaman perezosos son diferentes a los que en acá conocemos con ese nombre) y que son de un tamaño pequeño.
La mayoría de las veces, los osos no advierten el riesgo. Pero una vez que son atacados, terminan siendo ellos los que reaccionan, dan batalla a los felinos y los obligan incluso a retroceder y volver por donde habían venido.
Thomas Sharp, uno de los científicos a cargo de la investigación, encontró una respuesta a por qué los osos son tan agresivos. Y se la dieron las mismas personas que viven en las zonas de la India donde conviven humanos y estos animales. "La respuesta que siempre recibí de la gente es que son agresivos porque pelean con los tigres", contó Sharp, que viene desde hace 20 años estudiando a estos animales.
El científico detalló que estos osos pasan mucho tiempo cavando y agachados, en la búsqueda de insectos para alimentarse. En esa tarea, resoplan, son ruidosos y, sin ser conscientes, llaman la atención de los tigres. Los felinos, por el contrario muy sigilosos, pueden acercarse muy fácilmente a ellos.
En cuanto a los ataques a los humanos, señalaron, suelen ocurrir cuando los osos se asustan a corta distancia y lo primero que hacen, al igual que con los tigres, es levantarse y embestir. Los investigadores creen que después de tanto tiempo defendiéndose de los felinos o incluso de otros depredadores en el pasado, los humanos quedan en su "punto de mira" y por eso terminan siendo víctimas de la reacción de los bezudos.