Un estudio realizado en Italia ha explorado el papel de los felinos en la propagación de bacterias resistentes a antibióticos.
Aunque los antibióticos han contribuido a tratar millones de infecciones animales y humanas, el desarrollo de mecanismos de resistencia a los antimicrobianos (RAM) es ahora una de las principales amenazas para la salud pública y animal en todo el mundo.
La aparición y propagación de la resistencia a los antimicrobianos está estrechamente relacionada con el uso descontrolado de antibióticos, no solo en medicina humana y veterinaria, sino también en el sector agrícola. La circulación generalizada y las implicaciones para la salud pública de la RAM han llevado a la comunidad científica, así como a las instituciones nacionales e internacionales, a monitorear la presencia y circulación de la RAM entre humanos, animales (ganado, mascotas y vida silvestre) y el medio ambiente desde un enfoque “One Health”.
En consecuencia, desde 2005, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha compilado una lista de antimicrobianos de importancia crítica que requieren vigilancia para reducir la propagación de RAM y preservar medicamentos importantes para la medicina humana que incluye antibióticos que no deben usarse en medicina veterinaria excepto en ciertas condiciones.
En Europa, el consumo de antimicrobianos veterinarios es supervisado por el proyecto "Vigilancia europea del consumo de antimicrobianos veterinarios" desde 2010, que desarrolló un enfoque armonizado para recopilar y notificar datos sobre la venta y el uso de antibióticos en animales. Sin embargo, el seguimiento de la RAM entre los animales no es sistemático en toda Europa ni en todas las especies de animales domésticos. Además, los programas de monitoreo de RAM se han centrado en los animales destinados a la producción de alimentos y no existe un programa específico para los animales de compañía, como perros y gatos.
Por lo tanto, a pesar del uso excesivo de agentes antimicrobianos en estos animales y su contacto frecuente con los seres humanos, el papel de los animales de compañía como posibles reservorios de RAM sigue siendo poco conocido.
Por su parte, Escherichia coli es una bacteria comensal común del tracto gastrointestinal de humanos y animales de sangre caliente, aunque también puede causar una variedad de enfermedades. Debido a su importante diversidad genética y gran capacidad para acumular genes de resistencia a los antibióticos (ARG), especialmente a través de la transferencia horizontal de genes, estas bacterias actúan como donante y reservorio de ARG.
RAM EN PERROS Y GATOS
Aunque la prevalencia de E. coli resistentes varía ampliamente en diferentes regiones geográficas, se estima que es del 7 % en perros y del 5 % en gatos en todo el mundo, lo que refleja su papel potencial en el transporte y la propagación de estas bacterias. Sin embargo, el número de estudios que se centran en los gatos es aún muy limitado, lo que podría deberse a un menor interés en esta especie en comparación con los perros, pero también a desafíos logísticos como la dificultad para manipular y tomar muestras de estos animales o encontrar muestras fecales, ya que los gatos excavan sus heces.
Asimismo, en comparación con los animales con dueño, pocos estudios se han centrado en el papel de los animales de compañía silvestres como diseminadores de resistencia a los antibióticos de amplio espectro utilizados en medicina veterinaria y humana, como las cefalosporinas y las tetraciclinas.
En base a estas consideraciones, un estudio reciente se ha centrado en obtener más información sobre el papel de los gatos callejeros en la diseminación de la resistencia a los antimicrobianos en la isla de Sicilia, Italia, además de evaluar el transporte fecal de E. coli y ARG resistentes a antibióticos que todavía se usan ampliamente en Sicilia, incluidas las cefalosporinas y las tetraciclinas, para el tratamiento de patógenos endémicos intracelulares (p. ej., Bartonella , Mycoplasma, Pasteurella multocida y Bordetella).
43 % DE MUESTRAS RESISTENTES A AL MENOS UN ANTIBIÓTICO
Para realizar la investigación se tomaron muestras fecales de 75 gatos callejeros (que viven en solitario o en una colonia) muestreados en Palermo (Sicilia). La susceptibilidad a 8 antibióticos se probó utilizando ensayos de concentración inhibitoria mínima, mientras que la presencia de los genes comunes de resistencia a los antibióticos se investigó mediante PCR.
De los 75 aislamientos de E. coli analizados, el 43 % fue resistente a al menos uno de los ocho antibióticos probados, con un 31 % de aislamientos resistentes a ampicilina, 23 % a cefotaxima, 21 % a tetraciclina, 20 % a cefazolina y 17 % a amoxicilina/ácido clavulánico. Asimismo, la mayoría de los aislamientos albergaban genes de resistencia antibiótica.
En consecuencia, los autores explican que “nuestros resultados confirman el transporte fecal de E. coli resistente a los antibióticos y genes de resistencia clínicamente relevantes en gatos callejeros”.
Este estudio, además, “destaca el papel potencial de los gatos callejeros en la propagación de RAM en entornos urbanos, y enfatiza la necesidad de comprender mejor su papel en la circulación de RAM al planificar estrategias para combatirlo”.
Fuente: DiarioVeterinario.com